- Para tratar afecciones de la piel como dermatitis, prurito, eczema y quemaduras leves, gracias a sus propiedades astringentes y cicatrizantes.
- Para aliviar la inflamación y aumentar la circulación, especialmente en las piernas, en forma de tónico o cremas.
- Para reducir las hemorroides, gracias a sus propiedades astringentes y antiinflamatorias.
- Para tratar problemas respiratorios como el asma y la bronquitis, gracias a su acción relajante y expectorante.
Hay varias formas de utilizar la hamamelis, tales como:
- Crema o loción: Aplicar directamente en la piel para tratar problemas cutáneos o dolor muscular.
- Tónico: Se puede tener un tónico de hamamelis para mejorar la salud de la piel.
- Infusión: Hacer una infusión de las hojas para reducir la inflamación de la piel, dolor muscular y mejorar la circulación.
Es importante destacar que, como cualquier planta medicinal, la hamamelis puede tener contraindicaciones en ciertos casos, como el embarazo, lactancia, alergia a la planta, entre otros. Antes de utilizar la hamamelis con fines terapéuticos, se recomienda consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis y la forma adecuada de uso.
